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Este artístico refugio rural es un conjunto contrastado de edificios antiguos y modernos. Situado en la campiña de Puglia, cerca de los impresionantes pueblos de Carovigno y Ostuni, la fotogénica finca cuenta con un trullo de piedra apilada y una lamia original que comparten espacio con dos adiciones modernas, creando un patio central con una cocina al aire libre y una mesa de granja para comer bajo el dosel de un nudoso olivo centenario.
Con sus brillantes fachadas blancas pintadas con pájaros de gran tamaño, la finca es una creativa combinación de piedras antiguas y elegante vida moderna. Tres habitaciones dobles (con baño) ocupan la lamia original y un par de edificios nuevos, y el trullo con cúpula, con las paredes de toba sin enlucir, sirve de acogedora sala de estar. El diseño interior de la propiedad, en tonos negros y marrones intensos, contrasta con los exteriores encalados, un detalle que le valió menciones en Elle Decoration Korea (2016) y Elle Decoration Italia (2015).
La profunda tierra rojiza de Apulia inspiró la cruda y elemental zona de piscina de la propiedad, donde una piscina de 15 metros de largo fluye hacia el olivar, sus aguas azules y la tierra que la rodea contrastan con las paredes encaladas de la casa. Desde la azotea, a la que se accede por una escalera exterior, se divisa la región rústica y pedregosa, con sus colinas y campos llenos de olivos y cítricos.
