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Este lugar es un entorno arquitectónico audaz para la producción cinematográfica y fotográfica, definido por sus interiores minimalistas de hormigón, su diseño modernista y su escultural disposición espacial. Las salas son abiertas, limpias y silenciosas, con una ausencia intencionada de excesos, ideal para producciones que buscan pureza gráfica, ambiente conceptual o control cinematográfico. El espacio evoca una claridad brutalista suavizada por la luz natural y piezas de diseño selectas, ofreciendo un evocador telón de fondo para campañas de moda, editoriales, películas experimentales o marcas.
En todo el edificio se hace hincapié en la textura de las paredes, las superficies pulidas y las sombras dramáticas, realzadas por la geometría de los ángulos de los techos y las perspectivas de los pasillos largos. Los grandes ventanales y las marcadas líneas arquitectónicas dejan entrar la luz del día desde ángulos elevados, creando composiciones de luces y sombras que cambian a lo largo del día. Varias salas están casi vacías, lo que permite una total libertad de diseño y escenografía, mientras que otras cuentan con sofás de cuero negro, sillas de terciopelo verde, mesas de comedor y secciones con paneles de madera, que aportan un toque artístico a un espacio por lo demás neutro.
Los suelos de madera teñida de oscuro de algunas salas contrastan con las paredes pálidas, ideales para escenas de moda, interiores modernistas o montajes de iluminación impactantes. El ritmo espacial entre las zonas diáfanas y los rincones íntimos y cerrados ofrece flexibilidad para diversas configuraciones de escenas, bloqueo de movimientos y narración de historias.
Este espacio de producción es muy adaptable, atmosférico y controlado. Es un lienzo en blanco con carácter, perfecto para cineastas, fotógrafos y directores creativos que buscan elegancia, gravedad arquitectónica y enfoque visual.