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Al entrar en Residenza Hortus descubrirá su propio oasis privado de naturaleza, piedra y silencio. Una importante restauración ha devuelto la vida a esta centenaria morada mediterránea, que consta de 3 refinados dormitorios, 3 cuartos de baño en suite, zona de estar y cocina con bodega. Los suelos y revoques de cal y arcilla, las camas sobre base de hormigón y los techos abovedados evocan elegantes ambientes minimalistas embellecidos por piedras locales decoradas, antiguas colchas sicilianas y lavabos esculpidos a medida. Las características específicas de cada suite hacen referencia a los tres elementos de Agua, Aire y Fuego que complementan el elemento de Tierra del jardín. La sala de estar es un espacio encantador que conserva rasgos de la antigua estructura, como la fecha de 1554 tallada en un arquitrabe, que identifica el año de construcción de la propiedad, en la época de la dominación española de Módica. La elegante isla de la cocina, con su arco de piedra, es un espacio funcional donde se puede desayunar o cenar en invierno. La cisterna subterránea con su yeso original, a la que se accede desde una llamativa escalera de hierro y cristal, se ha convertido en una bodega con una selección de vinos ecológicos y naturales. El jardín y la terraza, con impresionantes vistas sobre la catedral de San Giorgio, son lugares de meditación donde disfrutar del silencio y reconectar con la tierra. Al abrigo de altos muros, podrá relajarse en el jacuzzi de piedra, disfrutar de un masaje bajo el granado, cenar o leer a la sombra de los cítricos. Entrará en una dimensión que combina el silencio del hortus conclusus de los monasterios con las armonías secretas de los jardines árabes.
Crédito de la foto @Luca Giannini