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La mansión, una finca clásica que data aproximadamente de 1820-1850, se encuentra en un estado auténtico, en bruto, tras 20 años de desocupación. Rodeada de una pequeña avenida y de un extenso parque con árboles maduros, la propiedad goza de una ubicación tranquila junto al pueblo, casi inalterada e ideal para rodajes.
En el interior, las generosas habitaciones cuentan con suelos de parqué, amplios pasillos, terrazo y paredes a la vista en un encantador estilo shabby-chic. Este entorno único ofrece un telón de fondo atmosférico lleno de historia, perfecto para producciones cinematográficas, fotográficas y de vídeo que busquen carácter y autenticidad.
