-
Icono colosal del retrofuturismo, el exterior del ICC de Berlín parece una nave espacial atracada en Berlín Occidental desde 1979: atrevido, cinematográfico e infinitamente fotogénico. Con su carcasa de aluminio cepillado, cubiertas superpuestas, tuberías a la vista y pasarelas esqueléticas, este monolito brutalista es monumental y surrealista a la vez, lo que lo convierte en un lugar de ensueño para rodajes de ciencia ficción, editoriales de moda o campañas vanguardistas.
Los enormes voladizos y los corredores en voladizo crean líneas y profundidades sorprendentes, mientras que los distintos niveles -desde las pasarelas elevadas hasta los cavernosos pasos subterráneos- ofrecen diversos ambientes y geometrías. La paleta de colores es principalmente gris acerado, salpicado de metal oxidado, señalización industrial y hormigón en bruto. Tanto si se trata de escenas en gran angular como de primeros planos de arquitectura abstracta, el exterior del ICC es una clase magistral de diseño audaz y dramatismo espacial.
Inconfundiblemente emblemático y cargado de nostalgia de la época de la Guerra Fría, este lugar no es sólo un telón de fondo, es toda una declaración.