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Ésta es quizá la mayor magia de la CASA CURIO: da a lo terrenal algo sublime. En 1.800 metros cuadrados, cada idea tiene su espacio, cada acontecimiento su rostro. Así que deja que tus pies sigan a tu alma: sobre anchos suelos de parqué y escaleras curvas de terrazo. Por pasillos luminosos, altos salones y habitaciones ocultas que susurran historia. Salas que proyectan a las personas en su esplendor: difícilmente hay una mayor apreciación del momento. Este lugar de eventos no es un telón de fondo: Es un lugar de puro ser.
Una sala dentro de otra. Evento dentro de un evento.
¿Qué salón le gustaría? ¿Galería oeste? ¿Galería este? ¿Grande? ¿Pequeño? El venerable Gesellschaftshaus es un lugar para eventos grande o diez más pequeños, como usted lo necesite. El lugar puede acoger hasta 1.500 invitados. Lo más destacado: el salón de baile de la segunda planta. Algo más pequeño en la planta baja: El Salón Blanco con su galería circundante o el Salón Rothenbaum con terraza frente al Rothenbaumchaussee. Lujosos: los vestíbulos de las cuatro plantas. ¿Por qué no perderse por aquí y ver qué pasa?
Historia del edificio
¿Olvidan los edificios lo que han vivido? ¿O el mortero y los muros respiran para siempre el espíritu del momento? El CURIO-HAUS se terminó de construir en 1911 como casa de sociedad y fue lugar de encuentro de artistas e intelectuales en los años veinte. Se hizo famoso por las desenfrenadas "fiestas de artistas de Hamburgo". Tras el final de la guerra, las fuerzas de ocupación británicas juzgaron a nazis y crímenes de guerra en los juicios de Curiohaus. En 1950, la universidad se trasladó allí con su refectorio. La CURIO-HAUS fue entonces ampliamente restaurada. Desde entonces, ha vuelto a cumplir su propósito: ser coleccionista de momentos especiales.
