Esta clásica casa unifamiliar de piedra rojiza en el sur de Berlín evoca nociones de la América clásica como pocas en esta región. Construida sobre la proverbial colina y rodeada de un hermoso y espacioso césped verde con un camino de entrada que conduce al garaje doble, es fácil olvidar que esto sigue siendo Alemania y no la costa este americana.
Con un amplio espacio para el equipo, la iluminación y la cámara, esta casa puede albergar tanto pequeñas sesiones fotográficas como grandes equipos de rodaje.